Instrucciones básicas para sustituir el turbocompresor en los siguientes modelos: Citroen, Peugeot, Ford, Fiat, Volvo y Mazda.

Si va a colocar un turbocompresor de repuesto en el motor diésel 1.6HDi utilizado en los modelos Citroen, Peugeot, Ford, Fiat, Volvo y Mazda de 2004 en adelante, le recomendamos que lea el siguiente consejo técnico.

1.- Eliminación de los depósitos de carbonilla

Aunque los turbocompresores suelen ser potentes y fiables, el elevado índice de devoluciones de turbocompresores de los motores diésel 1.6HDi se debe principalmente a problemas relacionados con el motor. La causa principal es la acumulación de carbonilla, que forma depósitos que circulan por el sistema de lubricación y provocan fallos prematuros.

2.- Siga las instrucciones básicas

Para minimizar el riesgo, es fundamental que siga el procedimiento establecido en las instrucciones básicas, disponibles en las páginas web de la mayoría de los fabricantes.

3.- Hable con el cliente

Pregúntele qué tipo de trayectos suele hacer. Si se trata principalmente de recorridos de arrancar y frenar, es posible que el DPF no se esté regenerando completamente. Esto puede provocar la rápida degradación del aceite, por lo que se aconseja cambiar el aceite y el filtro, y limpiar el motor, antes de los intervalos de mantenimiento recomendados. Gastar un poco más en mantenimiento sale más barato que cambiar el turbocompresor.

4.- Evalúe el historial de mantenimiento

La falta de mantenimiento o el descuido de la realización de los servicios recomendados hace que el aceite se degrade con más facilidad, poniendo en peligro el turbocompresor. Usar el grado incorrecto de aceite, no seguir los requisitos exactos para los cambios de aceite, el gas de escape o el combustible que contaminan el aceite porque las arandelas de estanqueidad o las tuercas del tubo de alimentación están flojas. Todo esto deteriora muchísimo el turbocompresor.

5.- La clave está en la limpieza

Es necesario realizar al menos dos ciclos de limpieza del aceite para eliminar los contaminantes que pueden bloquear el sistema. El primer ciclo sirve para ablandar los depósitos y así poder eliminarlos totalmente después.

Compruebe la limpieza del aceite drenado y mida la presión del aceite con un manómetro en la línea de suministro del turbocompresor. Debería ser de al menos 1,3 bar a velocidad de arranque, con los inyectores de combustible y el tubo de vacío del actuador del turbocompresor desactivados.

Compruebe también si existen variaciones entre la presión del aceite en la entrada del filtro y en la línea de suministro del turbocompresor. Una vez reconectados los inyectores, ponga en marcha el motor durante cinco minutos y consulte las dos lecturas. Si la presión del aceite en el turbocompresor no está situada en el rango de ±0,4 bar de la entrada del filtro, tendrá que investigar y subsanar el problema.

A continuación, vuelva a comprobar la presión del aceite con el motor caliente. Debería oscilar entre 1,2 bar a 1000 rpm y 2,9 bar a 4000 rpm.

Ante la duda, deséchelo

Si cree que un componente contiene depósitos que podrían volver a entrar en el sistema, límpielo. Si tiene dudas, cámbielo. Incluido el tubo de alimentación del aceite. Asegúrese de pedir los tubos con el turbocompresor de repuesto. Si no encajan, la garantía podría quedar invalidada.

Otras piezas que deberían cambiarse son el filtro del tubo de recogida de aceite, el filtro de aire y los tubos de aireación de la tapa de válvulas. Y, naturalmente, necesita aceite nuevo y un filtro de aceite.